Come limpio con alimentos de temporada

por Carla Zaplana

Hoy en día es tan fácil transportar los alimentos a largas distancias que damos por sentado que podemos comer lo que nos apetezca cuando nos apetezca. Muchos de nosotros desconocemos cuando es la temporada de frutas y verduras del lugar donde vivimos, perdiendo un conocimiento que estaba muy vivo hace apenas 100 años.

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Consumir alimentos de temporada (es decir, alimentos disponibles y cultivados localmente), nos puede ayudar a recuperar esta comprensión de las estaciones naturales de crecimiento y producción de los alimentos y, lo que es más importante, a entender cómo afecta esto a nuestros propios ciclos corporales.

Cuanto más cerca estén los alimentos de nuestras casas, más energía, vitalidad y nutrientes obtendremos por cada caloría de alimento consumido. Alimentarnos de forma estacional es además un patrón dietético más económico y nos proporciona potencialmente los alimentos más limpios, ya que se necesitan menos productos químicos para almacenarlos o transportarlos. Estos alimentos nos proporcionan además el combustible necesario ideal en cada momento del año para apoyar nuestra mejor salud y mantenernos en equilibrio. Por esta razón, en los meses más calurosos del verano, tenemos disponibles las frutas más jugosas, las cuales ayudan a refrescar el cuerpo. Por el contrario, en el invierno, frío y húmedo, predominan los alimentos que requieren más cocción como los cereales, los frutos secos, las semillas, las calabazas duras, los tubérculos y las hortalizas de raíz. Estos alimentos son más ricos en proteínas y grasas, lo que los hace ideales en esta época ya que nos ayudan a calentar y proteger mejor el cuerpo del frío.

 

¿Qué ocurre en primavera?

Según la Medicina Tradicional China (MTC), cada estación nos aporta un tipo de energía específica, en la que ciertos órganos están más activos y tenemos unas necesidades nutricionales determinadas. En el caso de la primavera, esta es una época de purificación, curación y rejuvenecimiento, y es además la época más creativa y fértil de la naturaleza. Los órganos más energizados en primavera según la MTC son el hígado y la vesícula biliar, los cuales son los responsables de nuestra visión, nos ayudan a establecer objetivos, hacer planes, suavizar las emociones y nos dan el valor para actuar.

En primavera los vegetales verdes crecen libremente, y su riqueza en clorofila los convierte en los mejores limpiadores del cuerpo, haciendo de esta estación la época ideal para hacer períodos de limpieza o ayuno. Para favorecer la energía de esta estación y estar en armonía con ella, la MTC recomienda comer menos carne, huevos, semillas, frutos secos y sal, evitar comer en exceso, e incrementar los alimentos más ligeros, ascendentes y expansivos. Algunos alimentos recomendados son las verduras de hoja verde, las cebollas, los puerros, cebollinos, cebolletas, hinojo, orégano, romero, alcaravea, laurel, menta, pimienta negra, jengibre, rábano picante, setas, zanahoria y guisantes.

 

Otros aspectos de una dieta saludable

Comer más alimentos de temporada es por otra parte una propuesta para avanzar hacia modelos de consumo más sostenibles, ya que la demanda actual de alimentos está ejerciendo una presión significativa sobre muchos de los recursos naturales finitos del mundo, como el agua, la tierra y los minerales. Para reducir este impacto podemos hacer un gesto tan simple como sustituir los alimentos de origen animal por una alimentación basada en plantas al menos un día a la semana. Este simple hecho daría lugar a una reducción significativamente mayor de los gases de efecto invernadero, que si solo compramos alimentos de origen local. Otros hábitos amigables con el medio ambiente y con nuestro cuerpo son el consumo de alimentos no procesados y orgánicos que reducen el consumo energético asociado a su procesamiento, fertilización, almacenamiento y transporte.  Tampoco podemos olvidar la importancia de comer con moderación y volver a comidas y combinaciones más simples e incluso practicar el ayuno intermitente. Esto es quizá el hábito nutricional más importante para una buena salud y reducirá también la cantidad de comida que compramos, favoreciendo de este modo también al medio ambiente.

 

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REFERENCIAS

  • Macdiarmid, J. (2014). Seasonality and dietary requirements: Will eating seasonal food contribute to health and environmental sustainability? Proceedings of the Nutrition Society, 73(3), 368-375.
  • Pitchford Paul (2009). Sanando con alimentos integrales. Gaia Ediciones.
  • Elson M HaasBuck Levin (2006). Staying healthy with nutrition: the complete guide to diet and nutritional medicine. Berkeley: Celestial Arts.
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